jueves, 7 de marzo de 2013

Se nos muere el abuelo


El paroxismo de su abuelo El Jareño, gitano castizo, llegaba ya a unos extremos inaguantables. Metido en aquel lúgubre cuarto con su pijama por uniforme, lanzaba ditirambos al cielo como si altísimo se le fuera a presentar en persona.
-Ay Carmelita, me muero.
-Abuelo…
-Llama al viático para que me venga a dar extremaunción.
-Abuelo…
-¡Ay mi Carmelita! ¡Ay! Que me muero como un perro.
-Abuelo…
-¡Ay Carmelita! Ay…aaaaaaa
-¿Abuelo?
-¡Aaaatchussss!
-Ande abuelo, suénese los mocos, que de la alergia dudo mucho que muera.

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